La gota
La
gota es una enfermedad producida por la acumulación de cristales
microscópicos de ácido úrico en las articulaciones que provocan
artritis. En ocasiones, estos cristales forman cúmulos abultados (tofos)
bajo la piel que se pueden palpar o se depositan en los riñones, siendo
causa de cólicos nefríticos u otras alteraciones en el funcionamiento
de estos órganos. De hecho, casi el 20 por ciento de los pacientes
afectados por la gota desarrollan cálculos renales. Por sexos, la gota
es 4 veces más común en hombres, especialmente entre varones de mediana
edad, aunque también se manifiesta en mujeres después de la menopausia.
Causas
La gota se origina por un exceso de ácido úrico en
el organismo. Este exceso puede deberse a un aumento en su producción, a
una eliminación insuficiente del ácido úrico por el riñón y/o a un
exceso de ingesta de alimentos ricos en purinas que son metabolizadas
por el organismo a ácido úrico. Ciertos alimentos como las vísceras de
animales, mariscos y algunas legumbres, son particularmente ricos en
purinas. También las bebidas alcohólicas pueden incrementar
significativamente los niveles sanguíneos de ácido úrico. En condiciones
normales, 1/3 del ácido úrico del organismo procede de los alimentos, y
2/3 del metabolismo.
Diagnóstico
El diagnóstico de la gota puede ser clínico,
basándose únicamente en las características clínicas de los ataques
agudos. Con seis criterios menores clínicos, aún sin determinación de
uricemia ni exploraciones radiológicas, podemos realizar el diagnóstico.
Una historia de ataques agudos, monoarticulares, con rápida aparición y
la respuesta clínica adecuada a antiinflamatorios o colchicina,
localizados en MTF o tarso, puede ser suficiente.
Criterios Mayores (cualquiera de ellos es diagnóstico)
- Visualización de cristales de monourato sódico en muestra de liquido sinovial
- Cristales en muestra de nódulo subcutáneo (tofo)
Criterios menores
1. Máxima inflamación en las primeras 24 horas
2. Más de un ataque de artritis aguda
3. Ataques monoarticulares
4. Eritema sobre las articulaciones hinchadas
5. Podagra
6. Ataque de podagra unilateral
7. Ataque en tarso unilateral
8. Tofo (nódulo subcutáneo sospechoso)
9. Hiperuricemia
10. Tumefacción articular asimétrica en estudio radiográfico
11. Quistes subcorticales sin erosiones en estudio radiográfico
12. Líquido articular (durante un ataque agudo) aséptico
Tratamiento
Las crisis de gota aguda o artritis gotosa se tratan
con antiinflamatorios no esteroideos (AINE), siendo a menudo necesario
administrar dosis elevadas. Aunque probablemente en el tratamiento de la
gota aguda son eficaces todos los AINE, habitualmente se utiliza la
indometacina.
La gota aguda también puede tratarse mediante colchicina si lo tolera el estómago.
Los fármacos hipouricemiantes, es decir, que bajan
el ácido úrico, como el alopurinol o el probenecid empeoran los
episodios de gota aguda y nunca deben administrarse durante una crisis
aguda. Generalmente se trata con colchicina, antiinflamatorios o los dos
a la vez. La colchicina tiene el inconveniente de producir diarrea y
los antiinflamatorios molestias de estómago.
Prevención
Cuando se manifieste un ataque de gota eleve la
articulación afectada mientras esté en descanso. Aplíquese cataplasmas
de carbón o arcilla en la parte afectada durante 1 hora 3 veces por día.
Haga un baño de parafina en la región afectada. Tome mucha agua y jugos
frescos. Haga fomentos calientes o fríos al sentirse mejor y aplíquese
por 15 minutos cada tres horas. También es muy útil aplicarse una
compresa de raíces u hoja de cofrei durante por lo menos tres horas.
Para mejorar la gota se debe modificar su régimen
alimentario por uno rico en verduras, almendras, hortalizas, frutas y
yogurt. Puede consumir frutas como uvas, melón, manzana, frutas
cítricas, limón, banana, cereza y sandia. Consuma cereales integrales.
Las hortalizas como la espinaca, hongo, espárrago, acelga no deben ser
utilizadas, en cambio consuma constantemente tomate, nabo, lechuga,
papa, remolacha. El tomate a pesar de ser ácido en su sabor, su efecto
en la sangre es alcalinizante lo cual favorece a que se pueda eliminar
el ácido úrico. Utilice también la leche y sus derivados preferiblemente
descremados.
Fuente: noticiassalud.com
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